Un largo silencio sigue a mi rechazo. La Custodia permanece inmóvil, la luz violeta de la caverna reflejándose en sus ojos negros insondables. Me preparo para una reacción hostil, para que la calma del Nexo se convierta en una trampa, para que intenten detenerme por la fuerza ahora que he rechazado su oferta. He desafiado su lógica, su propósito.
Pero la respuesta, cuando finalmente llega, es inesperada. No hay hostilidad, ni intento de persuasión. Solo una profunda, casi cósmica, resignación.
<< Comprendemos tu elección, Resonante Silas, aunque no la compartimos >>, resuena la voz en mi mente, más suave ahora, teñida con esa misma tristeza infinita que percibí antes. << La independencia es una ilusión costosa en una realidad fracturada como la nuestra. Una carga pesada de llevar. Pero no te detendremos. El Nexo es un santuario, no una prisión. Siempre lo ha sido. >>
Siento un ligero alivio, aunque la sorpresa me deja desconcertado. ¿Realmente me van a dejar ir? ¿Así de fácil?
La Custodia hace un gesto con su mano metálica hacia el túnel por el que entré. << Puedes marcharte por donde viniste. La salida te llevará de nuevo a los límites de los Distritos Olvidados, más allá de la influencia directa del Nexo. >>
Luego, hace una pausa. Siento una nueva oleada de información fluir hacia mi mente, diferente a los Ecos históricos o los datos abstractos de antes. Es... un mapa. Un mapa mental rudimentario, superpuesto a mi percepción del entorno. Muestra los túneles y cámaras inmediatamente más allá de la cornisa, las ruinas de los Arquitectos que debo atravesar. Marca varias zonas de peligro conocido: territorios reclamados por bandas carroñeras, focos de Ecos particularmente inestables o agresivos, áreas donde la propia realidad es peligrosamente delgada. Y marca un punto de interés específico, un destino potencial en medio del caos: unas ruinas antiguas conocidas entre los pocos que se aventuran tan profundo como la "Biblioteca Rota". Se rumorea que allí aún existen fragmentos de conocimiento perdido de la Era del Fulgor, quizás incluso registros de los propios Arquitectos.
<< Una última ofrenda de buena voluntad >>, transmite la Custodia, su voz mental de nuevo impasible. << O quizás, una inversión a largo plazo. Lo que encuentres en la Biblioteca Rota, si logras llegar, podría ser... iluminador. Para ambos. El conocimiento, incluso fragmentado, es preferible a la ignorancia. >>
Una ofrenda ambigua. ¿Un gesto genuino o una forma de guiarme sutilmente hacia donde ellos quieren, incluso después de mi rechazo? Acepto el mapa mental, memorizando sus detalles. Es mi única guía ahora.
"Gracias", digo, mi voz sonando un poco ronca.
<< No nos agradezcas todavía, Resonante >>, responde la Custodia. << El camino por delante es arduo. Y recuerda: aunque rechaces nuestra ayuda directa y nuestra guía, seguimos observando los flujos. La preservación de la Señal sigue siendo nuestro propósito primordial. Si tus acciones, intencionadas o no, amenazan con desestabilizarla aún más... intervendremos. >>
La advertencia es clara, una espada de Damocles suspendida sobre mi recién recuperada libertad. No soy libre de hacer lo que quiera sin consecuencias. Los Custodios seguirán vigilando.
"Lo entiendo", digo, asintiendo.
<< Entonces, vete. Y que encuentres... claridad... en la estática. >>
Con un último gesto de inclinación de cabeza casi imperceptible, un movimiento que podría ser de despedida o de simple reconocimiento, la Custodia se desliza de nuevo hacia las sombras en el borde de la caverna y desaparece tan silenciosa y completamente como había llegado.
Estoy solo. Realmente solo esta vez. Pero con un mapa rudimentario, una nueva comprensión del universo y una determinación renovada. La puerta de la jaula dorada está abierta. Es hora de volver a la oscuridad.
Transmisión recibida: 4/17/2025
ID: 66