TRANSMISIÓN 70
SECTOR_01//TRANSMISIÓN 70 DE 321

Transmisión 70

Transmisión 070

Fecha: 11.03.2189 Hora: 14:35

Agachado en el centro del círculo de arena plateada, me concentro con todas mis fuerzas en el silencio. Intento apagar mi propia resonancia, mi miedo, mi misma presencia psíquica. La arena bajo mis rodillas vibra débilmente, y el ruido de fondo de los Ecos cósmicos parece ligeramente amortiguado, pero ¿será suficiente?

Oigo, o más bien siento, el movimiento casi inaudible del Cazador entrando en el pasillo justo afuera de la pequeña habitación donde me escondo. Su presencia fría y vacía es como una mancha de oscuridad que se desliza por mi percepción, barriendo la zona, palpando las energías residuales con sentidos que no puedo comprender. Es como estar en una habitación oscura sabiendo que una serpiente invisible y venenosa se desliza cerca.

Siento su atención psíquica pasar sobre la abertura de la habitación. Y entonces, se detiene.

El pánico me atenaza la garganta. Su atención se fija en la entrada, en el espacio donde estoy oculto. ¿Ha detectado la abertura? ¿O ha detectado la anomalía? La ausencia de ruido donde debería haberlo. El pequeño bolsillo de silencio relativo creado por la arena plateada. ¿Es eso suficiente para despertar su interés, su sospecha?

Siento su enfoque intensificarse, una sonda psíquica fría explorando la entrada. Contengo la respiración, mi cuerpo completamente inmóvil, mis músculos tensos hasta el dolor. Cierro los ojos con fuerza, concentrándome desesperadamente en el silencio, en la neutralidad, intentando proyectar la nada, tratando de fundirme con la débil amortiguación de la arena, de volverme invisible para sus sentidos alienígenas. Cada segundo se siente como una eternidad. Estoy seguro de que va a entrar. Estoy seguro de que me ha encontrado.

Pero entonces, después de una pausa que estira mis nervios hasta el límite, siento que su atención se desvía. La sonda psíquica se retira. La presencia fría reanuda su movimiento por el pasillo, continuando su barrido, alejándose lentamente de mi escondite.

Espero, sin atreverme a moverme, sin atreverme a respirar normalmente, hasta que siento que su Eco depredador se desvanece en la distancia, perdiéndose en el laberinto de las ruinas antiguas, continuando su búsqueda en otra dirección.

Solo entonces suelto el aire que no sabía que estaba conteniendo, en un jadeo tembloroso. Me derrumbo sobre la arena plateada, mi cuerpo temblando incontrolablemente por la tensión acumulada y el alivio abrumador.

Ha funcionado. El círculo de arena me ha ocultado. Este pequeño santuario olvidado, esta reliquia de los Arquitectos, me ha salvado la vida. Por ahora.

Me quedo allí por un rato, recuperando el aliento, intentando calmar el latido frenético de mi corazón. Este encuentro ha sido demasiado cercano. Me ha recordado de forma brutal lo vulnerable que soy. El Cazador es implacable, sus sentidos agudos. No puedo confiar solo en escondites fortuitos. Necesito aprender a controlar mi propia firma de Eco. Necesito aprender a moverme por la Red no solo físicamente, sino también psíquicamente, sin atraer esta atención mortal.

El entrenamiento que los Custodios me ofrecieron vuelve a mi mente, tentador en su promesa de control. Pero ya he tomado mi decisión. Tendré que encontrar otra forma. Aprender por mi cuenta, experimentar, o quizás encontrar a otros maestros en las sombras, si es que existen y no son tan peligrosos como las facciones conocidas. La supervivencia depende de ello.

Transmisión recibida: 4/17/2025

ID: 70