TRANSMISIÓN 98
SECTOR_01//TRANSMISIÓN 98 DE 321

Transmisión 98

Transmisión 098

Fecha: 08.04.2189 Hora: 23:30

Después de lo que parece una eternidad trepando en la oscuridad sofocante, siento un cambio. El aire viciado se vuelve ligeramente más fresco, y el olor a ozono se intensifica. Noto una débil corriente de aire descendiendo por el conducto. Debo estar acercándome a alguna maquinaria de ventilación activa, o al menos a una conexión con niveles donde el aire circula mejor.

Entonces veo una luz débil más arriba. Una luz amarillenta y parpadeante que se filtra a través de lo que parece una rejilla de mantenimiento. Reuniendo mis últimas fuerzas, trepo los últimos metros hasta alcanzarla. La rejilla metálica está oxidada y suelta, asegurada solo por un par de pernos corroídos. Con un esfuerzo considerable, consigo forzarla y abrirla lo suficiente como para deslizarme por la abertura.

Caigo con poca gracia en una pequeña plataforma de mantenimiento metálica. Es similar a otras que he visto en zonas industriales, pero esta parece estar en uso. La luz proviene de una única lámpara de trabajo portátil colocada en el suelo, que ilumina una sección de maquinaria expuesta en la pared: un complejo conjunto de engranajes, pistones y conductos que zumban suavemente con actividad. Hay herramientas esparcidas por la plataforma –llaves inglesas, destornilladores sónicos, bobinas de cable– y un olor penetrante a aceite lubricante fresco flota en el aire.

Y no estoy solo.

Sentado en el suelo, de espaldas a mí, hay un hombre. Viste un mono de trabajo remendado, de un color neutro, sin insignias visibles que lo identifiquen con alguna facción. Está inclinado sobre la maquinaria expuesta, concentrado en ajustar algo con una llave inglesa de gran tamaño. Tiene el pelo canoso, largo y recogido en una coleta desordenada. La piel visible de sus brazos y cuello está cubierta de intrincados tatuajes que no son meramente decorativos; parecen diagramas técnicos, símbolos arcanos o una mezcla de ambos.

Me quedo congelado en la abertura del conducto, mitad dentro, mitad fuera. ¿Quién es? No parece un Silenciador. No lleva la parafernalia de los Cultores. ¿Un Mecanista independiente? ¿Un técnico oficial de Oakhaven, trabajando en secreto en estos niveles olvidados? ¿Es hostil?

Antes de que pueda decidir si retirarme sigilosamente o intentar hablar, el hombre habla, su voz grave y cansada resonando en el pequeño espacio, sin siquiera volverse.

"Cierra la rejilla antes de que entre algo peor que tú por ese agujero. Y trata de no hacer tanto ruido la próxima vez que decidas usar los conductos. Casi me haces soltar la llave dinamométrica en el condensador principal." Hay un trasfondo de humor seco en su tono, a pesar del cansancio.

Sorprendido por su calma y por el hecho de que supiera que estaba allí, obedezco torpemente, empujando la rejilla oxidada hasta cerrarla lo mejor que puedo. El hombre sigue trabajando en la maquinaria por un momento más, apretando una última tuerca. Luego, deja la llave inglesa en el suelo con un suave clinc y se gira lentamente para mirarme.

Tiene un rostro curtido, surcado de arrugas profundas, probablemente por años de trabajo en entornos difíciles. Unos ojos grises, penetrantes e inteligentes, me examinan de arriba abajo sin sorpresa aparente, como si encontrar a alguien saliendo de un conducto de ventilación fuera algo habitual. Una cicatriz irregular le cruza la ceja izquierda. No veo modificaciones cibernéticas obvias, pero siento una... intensidad controlada en él, una especie de resonancia contenida que me resulta vagamente familiar.

"Así que", dice el hombre, su voz todavía grave. "¿Un archivero jugando a los exploradores de conductos? Debes estar muy desesperado o muy perdido para acabar aquí."

"Un poco de ambas cosas, la verdad", admito, enderezándome pero manteniendo la cautela. "¿Quién eres tú?"

"La gente por aquí me llama Gear", responde. Hace un gesto hacia la maquinaria zumbante. "Mantengo... ciertas cosas funcionando aquí abajo. Este es un nodo de flujo de aire secundario para los niveles 8 y 9. Si se detiene, el aire se vuelve irrespirable en cuestión de ciclos. La burocracia de los niveles superiores se olvidó de su existencia hace décadas, así que alguien tiene que encargarse de que siga bombeando."

Transmisión recibida: 4/17/2025

ID: 98